Esta entrada dice cosas de perogrullo,
y que aún así hice mal. Es tan fácil como: da a probar tu juego a
terceros, fíjate como juegan y ajusta la dificultad para ellos.
Cuando estás en mitad del desarrollo tu propia experiencia con el
juego casi no cuenta.
Para ello voy a contar lo que pasó con
el juego de las zamburguesas. Es un juego de una mecánica sencilla,
solo hay que pulsar un botón en el momento adecuado para ir
avanzando zamburguresas y llegar hasta el final. Así que el mayor
ajuste de dificultad es decidir cuánto tiempo dejas para que se
pulse el botón. Tiene más letra pequeña, por ejemplo cómo afectan
las zamburguesas falsas, o si dejas ir en direcciones equivocadas.
Aquí tomé la decisión de que si pisas una falsa el tiempo para dar
al botón es mucho menor, de esa forma se puede superar si estás muy
atento, pero es probable que si pillas una falsa te caigas. Por otro
lado decidí que si se podía ir en direcciones que llevasen al agua
en lugar de a una zamburguesa, el jugador tiene que estar atento
hacia donde salta. También dificulta más o menos el número de
zamburguesas falsas que haya.